¿CUÁNDO SE APROBARÁ LA NUEVA LEY DE CIUDADANÍA ITALIANA?: expectativa y realidades

¿La ciudadanía italiana nunca volverá a ser la misma? La posible aprobación de una nueva ley sobre la ciudadanía italiana podría marcar un antes y un después para poder solicitarla generando una expectación significativa tanto dentro de Italia como entre las comunidades de descendientes italianos alrededor del mundo.

Esta propuesta de cambio legislativo está siendo observado con gran interés, ya que promete reformar profundamente las normas existentes y abrir nuevas posibilidades para aquellos que buscan reafirmar su vínculo con su herencia italiana.

Con la promesa de endurecer los criterios para obtener la ciudadanía a través del ius sanguinis, esta reforma podría cambiar las reglas del juego para miles de solicitantes. Pero, ¿cuándo se aprobará esta ley? ¿Qué tan cerca estamos de su implementación?

En este artículo, te explico las posibles fechas, los desafíos del proceso legislativo y lo que se espera de esta propuesta de reforma.

A medida que avanza el proceso legislativo, surgen preguntas sobre cuándo se aprobará y qué consecuencias reales tendrá en quienes buscan obtener la ciudadanía italiana.

¡Descubre cómo esta ley podría impactar a los descendientes que buscan su ciudadanía italiana y qué esperar en los próximos meses!

LA TENSIÓN CRECE CADA DÍA ¿CUÁNDO SE APROBARÁ LA NUEVA LEY DE CIUDADANÍA ITALIANA?

El senador Roberto Menia, miembro de Fratelli d’Italia, presentó el 7 de junio de 2023 ante el Senado un Proyecto de Ley 752 que propone reabrir el plazo para recuperar la ciudadanía italiana y reformar la Ley 91/1992 sobre ciudadanía.

Esta propuesta tiene la clara intención de modificar el acceso a la ciudadanía, particularmente en lo que respecta al ius sanguinis y la integración de inmigrantes en el país.

Esta ley aún no es una realidad. Se espera que sea debatida en enero 2025, votada y en su defecto aprobada. Por lo tanto, el Proyecto de Ley 752, ha seguido un proceso legislativo estructurado en varias fases importantes.

5 etapas claves:

1. Presentación: el 7 de junio de 2023, Roberto Menia presentó formalmente su propuesta en el Parlamento italiano, dando inicio al proceso de reforma de la normativa de ciudadanía.
2. Asignación a comisión: una vez presentado, el proyecto fue asignado a la comisión de Asuntos Constitucionales, responsable de su revisión inicial.
3. Examen en comisión: el 30 de enero de 2024, la comisión comenzó el análisis detallado del proyecto, evaluando sus implicancias y considerando posibles enmiendas.
4. Tratamiento en el pleno: se prevé que en enero de 2025 el proyecto llegue al recinto del Parlamento para ser discutivo y votado en el pleno, una etapa decisiva para su aprobación.
5. Entrada en vigencia: si el proyecto obtiene el voto favorable en ambas cámaras, la ley entrará en vigor de inmediato, impactando en la regulación de ciudadanía para los descendientes de italianos en el extranjero.

Estas etapas reflejan el camino legislativo que debe seguir una propuesta de ley antes de convertirse en normativa oficial en Italia.

Entonces, puntualizo lo siguiente:

La nueva propuesta de ley de ciudadanía italiana se encuentra en una fase preliminar. Aunque muchos prevén su aprobación en los próximos meses, el proceso legislativo italiano es complejo y podría generar retrasos. Por lo tanto, su aprobación e implementación efectiva en 2025 es aún una incógnita.

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¿Qué opinan los expertos y los interesados?

La reforma ha generado opiniones diversas. Por un lado, algunos la ven como una forma de garantizar que la ciudadanía italiana sea otorgada a quienes tienen un vínculo genuino con el país.

Por otro lado, otros critican que restringe el derecho a la ciudadanía de muchos descendientes de italianos que, a pesar de no vivir en Italia, mantienen un fuerte vínculo cultural con el país.

¿QUÉ ARGUMENTA LA NUEVA LEY DE CIUDADANÍA ITALIANA?

El partido sostiene que la actual ley, que permite a generaciones más alejadas solicitar la ciudadanía, ha creado una avalancha de solicitudes, especialmente en países como Argentina y Brasil, donde viven millones de descendientes de italianos.

Este flujo masivo de solicitudes ha sobrecargado los consulados italianos, lo que ha generado largos tiempos de espera y ha obstaculizado la eficiencia de los procesos de ciudadanía​.

Además, argumenta que los descendientes más lejanos a menudo no tienen un verdadero arraigo o conexión cultural con Italia, y que priorizar a las generaciones más cercanas ayudaría a garantizar que quienes obtienen la ciudadanía tengan una relación más profunda con la nación.

Esto tiene el objetivo de fortalecer la conexión cultural entre los nuevos ciudadanos y Italia, combatiendo también el fraude en la presentación de documentos, un problema frecuente en algunas solicitudes.

Los puntos clave de esta reforma son:

• Limitación generacional: se restringe la posibilidad de solicitar la ciudadanía italiana a los descendientes más allá de la tercera generación. Esto significa que solo los hijos, nietos y bisnietos de un ciudadano italiano podrían, en principio, optar por esta nacionalidad.
• Demostración del vínculo cultural: se exige a los solicitantes acreditar un vínculo cultural con Italia. Esto puede incluir el conocimiento de la lengua italiana (nivel B1), la residencia en Italia durante un período determinado o la participación en actividades culturales italianas.
• Residencia en Italia: se establece un requisito de residencia en Italia durante al menos un año previo a la solicitud.
• Readquisión de la ciudadanía: propone reabrir por tres años el plazo para que descendientes de italianos que perdieron su ciudadanía puedan recuperarla mediante una declaración formal.

Además, el proyecto intenta frenar los abusos y fraudes relacionados con la obtención de la ciudadanía italiana, especialmente en países con alta demanda, como los de Sudamérica, donde se han reportado listas de espera de hasta diez años y casos de falsificación de documentos.

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¿QUÉ IMPACTO Y DESAFÍOS TENDRÁ LA NUEVA LEY DE CIUDADANÍA ITALIANA SI ES APROBADA?

Reducción significativa de potenciales solicitantes:

La limitación a la tercera generación significa que personas que descienden de tatarabuelos italianos y otros antepasados anteriores, ya no podrán reclamar la ciudadanía automáticamente.

Esto excluye a millones de descendientes, especialmente en países con una numerosa diáspora italiana, como Argentina y Brasil.

Si bien el objetivo es reducir la cantidad de solicitudes y priorizar a quienes tienen un vínculo más cercano con Italia, este cambio generará frustración entre los solicitantes que, aunque no residan en Italia, mantienen una fuerte conexión cultural y familiar.

Complejidad del idioma:

Uno de los mayores desafíos que plantea la nueva ley de ciudadanía italiana es la obligación de demostrar un conocimiento mínimo del italiano a nivel B1.

Este requisito supone una barrera significativa para muchos descendientes, ya que el nivel B1 implica poder mantener conversaciones complejas, comprender textos escritos y manejar situaciones cotidianas en italiano.

Alcanzar este nivel de competencia requiere tiempo y esfuerzo, especialmente para quienes no están expuestos regularmente al idioma.

Además, muchos solicitantes que han mantenido un vínculo cultural con Italia pueden no tener las habilidades lingüísticas necesarias, lo que complica su elegibilidad para la ciudadanía.

Exclusión de descendientes con fuertes vínculos emocionales:

Al limitar el ius sanguinis a la tercera generación, la nueva ley dejará fuera a millones de personas que, a pesar de no vivir en Italia ni hablar el idioma, han mantenido fuertes vínculos emocionales, culturales y familiares con el país.

Estas comunidades, que han sido un pilar importante de la identidad italiana en el extranjero, podrían sentirse desarraigadas, ya que la ley prioriza ahora un vínculo tangible y cercano en lugar de la conexión histórica o cultural que muchas familias han mantenido durante generaciones.

Impacto en las comunidades italianas en el extranjero:

Las comunidades italianas en países como Estados Unidos, Brasil, Argentina, y Canadá, entre otros, podrían verse afectadas de manera considerable.

La reforma amenaza con debilitar el sentimiento de pertenencia de estas comunidades, las cuales han sido históricamente fundamentales para mantener la identidad cultural italiana viva fuera del país.

Esto podría generar tensiones entre Italia y su diáspora, afectando la relación entre el país y aquellos que, aunque no viven allí, sienten que forman parte de su herencia.

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Consideraciones Finales:

Saber, ¿cúando se aprobará la nueva ley de ciudadanía italiana? Está a la expectativa, pero la realidad es que su aprobación puede llegar a ser un hecho consumado.

A pesar del entusiasmo generado, la compleja maquinaria legislativa italiana, sumada a las divergencias de opinión entre los distintos partidos políticos, podrían retrasar su aprobación.

Es importante reconocer que la reforma de una ley tan sensible requiere un análisis exhaustivo y un consenso amplio, lo que podría prolongar los plazos establecidos inicialmente

Es fundamental mantener una actitud proactiva y seguir de cerca los avances legislativos, sin perder de vista la complejidad del proceso

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• Proyecto de Ley 752.