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CIUDADANÍA ITALIANA: 4 HERMANOS, 4 GENERACIONES, 4 PAÍSES, UNA SOLA HISTORIA

CIUDADANÍA ITALIANA: 4 HERMANOS, 4 GENERACIONES, 4 PAÍSES, UNA SOLA HISTORIA

En el mundo de las genelogías familiares italianas, pocos relatos son tan conmovedores y complejos como la de los Alquati, una linaje marcado por éxitos, tragedias y un legado que entrelaza a 4 hermanos, 4 generaciones, 4 países en una sola historia.

Es aquí donde aparece Juan Pierino Alquati, no solo como un descendiente de esta estirpe, sino como el cronista que busca preservar la verdad y darle sentido a una narrativa que el tiempo y las circunstancias podrían desdibujar.

Por esta razón, le concedemos este espacio para relatar la historia de su familia italiana. Desde el principio, Juan deja claro su propósito: contar lo que fue, lo que es y lo que representa la familia Alquati.

Su visión no es una mera crónica de hechos; es un grito de justicia histórica, un intento de preservar lo auténtico frente a versiones tergiversadas y registros incompletos.

“Esta historia es lo que es”, insiste, consciente de que el peso de su testimonio recae en su honestidad y en su compromiso con los detalles.

Adéntrate en esta narración donde el pasado, el presente y el futuro se entrelazan en un legado irrepetible.

Tabla de contenidos:

LA FAMILIA ALQUATI: UN PREÁMBULO NECESARIO EN ESTA HISTORIA

CREMONA, LOMBARDIA , ITALUA
Cremona, Lombardía, Italia

Mi nombre es Juan Pierino Alquati y quiero, mejor dicho, tengo la necesidad de contar esta historia. La de una familia y sus cuatro generaciones últimas hasta este momento la de nuestra existencia.

Sus éxitos, sus desgracias y su discontinuidad. La historia de mi familia esta relacionada a una serie de eventos que no pudieron dejarles continuar y establecerse como tal.

Hoy más que nunca veo a mis sobrinos, sobrinas incluso a mi hija; ellos saben muy poco al respecto o que están mal informados por la influencia de otras historias que no son las verdaderas.

Están publicadas inclusive en diarios y boletines oficiales que no mantiene el record de los verdaderos acontecimientos.

Este relato, esta historia, es lo que es y como tal, un documento de nuestro conocimiento empírico y la esencia del porque somos, de donde venimos y tal vez entendernos un poco más él porqué.

Lo primero que podría decir es que es por algo, esas historias o boletines oficiales están escritos, bien somos aguerridos y luchadores más que nada emprendedores.

En cierto grado eso nos hizo notorios por nuestras acciones, algo para sentirse orgullosos y por lo cual siempre fuimos envidiados en uno u otra forma.

Segundo y a pesar de lo primero al mismo tiempo implacables y aislados (sin perdón o tolerancia a una falta) una constante a lo largo de todas las generaciones pasadas también, un código difícil de seguir.

Hoy me pregunto si ese mismo aspecto fue nuestra peor característica.

UNA COMPAÑÍA Y UNA TRAGEDIA QUE MARCARON EL DESTINO DE LA FAMILIA ALQUATI

UNA COMPAÑIA Y UNA TRAGEDÍA QUE MARCARON EL DESTINO DE LA FAMILIA ALQUATI
Foto 1: Accidente de tránsito 3 de abril de 1949.

Somos una familia un poco desmembrada, no que otras no lo sean también, pero en particular la nuestra, somos burbujas aquí y allá, nos mantenemos en ellas.

Otra, tal vez, característica un dejo de arrogancia mas acentuado que el del resto. Si muchos aspectos externos lo ocasionan, pero síganme un poco más y lo verán.

Nuestra historia es imposible contarla sin hacer mención a la de una compañía, tal vez la más exitosa entre nuestros ancestros, la verdadera historia de la compañía “ARISTO”.

Es la tragedia de un accidente de automóvil, fecha 3 de abril de 1949. Tanto Juan Fernando Alquati 31 años, como Pierino Alquati 27 años hermanos, mueren en un accidente de automóvil. Lamentablemente, no mueren en el acto, lo hacen unos pocos días después.

Juan Fernando fallece el día 5 de abril y luego Pierno al día siguiente, casi a la misma hora uno del otro solo que un día diferencia. Juan Fernando estaba comprometido y a punto de casarse con Chucha Michelli.

UNA COMPAÑIA Y UNA TRAGEDÍA QUE MARCARON EL DESTINO DE LA FAMILIA ALQUATI
Foto 2: Accidente de tránsito 3 de abril de 1949.

Su hermano Italo Humberto Alquati 22 años, manejaba desde Santa Fe hacia Sunchales para que se reunieran toda la familia por primera ves en tres años. Juan Ietalo Alquati vivían en Capital Federal en aquel entonces.

Mi nombre, Juan Pierino Alquati, está marcado por esa tragedia, de una familia y una empresa familiar, quienes no se pudieron sobreponer en su pena en el momento más crítico posible.

Pierino y Hugo Carmelo Alquati 24 años, los acompañaban en el vehículo; se les unieron en Rafaela, donde ellos vivían. Es este el evento, el cual cambia el balance en la empresa ARISTO.

Mi padre era Italo Humberto Alquati, él manejaba, Juan su copiloto, Pierino detrás de Juan y Hugo Carmelo detrás de Italo.

Sin más detalles los 4 hermanos, camino de ripio, detrás de un camión {de la ARISTO} y llenándolos de polvo entre las dos ciudades. Juan dice, “Pasálo” en una curva amplia en la que él ve por su lado derecho, Ítalo no puede ver nada de su lado conductor.

¡Una imagen vale más que mil palabras!

Obituario de Juan Fernando Alquati, aquí dos fotos con bigote del lado izquierdo arriba y abajo. Pierino Alquati es el de la derecha arriba, quien sufrió de meningitis siendo joven con limitaciones motoras y pequeñas no muy notorias capacidades intelectuales. En su elegancia y apariencia jamás demostró sus limitaciones.

Italo, sin basilar empieza a pasar al camión, cuando de golpe una camioneta los enviste de frente en su mano “la contraria a ellos”, instinto pega reacciona con un volantazo y cree casi por un momento que lo evita, cuando siente el golpe, y dejándolos inconscientes a todos.

Hugo e Italo, los sobrevivientes, deciden que el primer hijo varón entre ellos dos, se deberá llamar Juan Pierino Alquati. Mi primo Hugo Fernando hijo de Hugo Carmelo Alquati nació seis meses después de mí.

Fuimos los únicos y últimos dos varones en esa generación; las otras fueron cinco mujeres, incluyendo a mis dos primas por parte de mi tía Selene Alquati y la última hermana completando a los cinco hijos que tuvo Ferdinando (Angel) Alquati con María Rosa Larosa.

Italo años después, fundo la compañía Lanango (conejos angora, codornices, Chinchillas, etc.) otra empresa hija de Rafaela mejor dicho nieta de ella, otra historia en si misma.

Bien, ahora que he podido presentar el acontecimiento, déjenme establecerles cómo llegamos a él.

INMIGRACIÓN ITALIANA A LA ARGENTINA DE LA FAMILIA ALQUATI DURANTE EL SIGLO XX

Local de embutidos, chacinados y carnicería en ciudad de Sexto ed Uniti provincia de Cremona región Lombardía, Italia;
 del tío o (en italiano, Zio) Alessandro Alquati hermano de Giovanni (juan) Alquati (mi Bisabuelo).
También fue el padre de Arnaldo Angel Fernando Alquati o como lo conocemos hoy (Aldo) Alquati, él se auto llamo así porque no le gustaba su nombre original.
 

Como muchos europeos, huyendo de la hambruna y el prospecto de una nueva guerra, “en aquel entonces sin saberlo a 1 año o dos de la Primera Guerra Mundial 1914-17”, en particular Italia que lucho en la batalla de Trípoli en 1911 tratando de mantener sus colonias (hoy Libia).

Esta es la historia de otros 4 hermanos, los que juntos lucharon por su tierra y su medio de vida, en su provincia de Cremona natal, región de la Lombardía, Italia.

Los cuatro varones sobrevivientes de la batalla de Trípoli y a la tragedia de sus otros dos hermanos mellizos que murieron muy jóvenes por causa de la disentería o difteria, no estoy seguro de ello, ambas muy común en esos años.

Tuvieron una hermana que completo así un total de siete hijos, los que tuvieron Giovanni (Juan) Alquati y Margarita Piazzi.

Se ganaban la vida trabajando en distintas capacidades en queserías en el Piamonte, provincia adyacente, lo hacen para un suizo/italiano un poderoso terrateniente de la zona.

Con él llegaron a ser los capataces y mano derecha del bien avenido terrateniente, previo a su enrolamiento en Trípoli.

Ellos procesaban queso Roquefort, Gruyere, (Camembert o Brie o Mantecoso). Todos ellos a base de leche de cabra, como se estilaba en la región.

Lo hacían en forma artesanal debido a la naturaleza de su materia prima. Cuando no trabajaban con queso, lo hacían para sus padres y tíos haciendo Chacinados para ellos.

Emigran a la Argentina los 4 hermanos varones solteros en 1912 o 1913 (no es muy claro).

Armados ahora con un golpe de suerte o tragedia, “a usted el lector les dejo su interpretación” y con el prospecto de la herencia, unas dos queserías, por parte del ahora ya difunto terrateniente empleador que muere por decapitación.

Sí, la bufanda larga en su cuello de lino blanca de época, se enganchó a la rueda trasera de su auto sport descapotable (una glamorosa muerte muy común de esa época; fashion y autos no se llevan juntos de esa forma muy buena).

Esto ocurrió justo cuando ellos volvieron de su batalla en África.

INMIGRACIÓN ITALIANA A LA ARGENTINA DE LA FAMILIA ALQUIATI DURANTE EL SIGLO XX
 
Certificado de servicio Militar Giuseppe Alquati otorgado por el gobierno del Trento, Vittorio Véneto otorgado a quienes lucharon en la batalla de Trípoli

Los hermanos Ferdinando Alquati, Francisco Alquati, Giuseppe Gerardo Alquati y el cuarto hermano; traen con sigo las sepas (los bacilos o sueros vivos de Italia) que técnicamente transforman en el transcurso de varias generaciones logrando por último adaptarlas a la leche vacuna.

Es esa la clave, esa producción híbrida que le dío dos ventajas comparativas, con respecto al resto haciendo su producto de la mejor calidad en su momento, casi inigualado en el mundo.

Primero, máxima producción con la capacidad de explotar una cuenca infinitamente masiva comparada con la suya originalmente en el Piamonte y siendo ahora vacuna.

Segundo, mantuvieron las características y sustancias originales de su cuna a base de cabra piamontesa, muy difícil de lograr. Esto fue años de proceso hasta lograr los primeros pasos.

Estas dos remotas queserías recibidas en testamento, en un estado casi dilapidadas y descuidadas, tanto como una casa abandonada, les llevo buena parte de dos años para activadas.

Estaban en las ciudades de Ataliva y Grütly ambas dos prov. de Santa Fe. Dos hermanos Ferdinando y Francisco en Ataliva y un hermano en Grütly, Guiseppe Gerardo. El cuarto hermano no se involucró.

El cuarto hermano que me elude su nombre, se fue a vivir al poco tiempo uno o dos años mas a lo sumo, a la cuidad de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil. Antes de que se confórmense una empresa.

Luego de los años difíciles iniciales (prueba y error) es cuando la disyuntiva y único camino de supervivencia era desarrollar el potencial de esa cuenca lechera en su entorno.

Los Alquati ahora ya relocalizados en Sunchales y una tercera quesería en ese lugar; tenían la experiencia visión y tecnología deciden sumar entonces a los Ristorto (terratenientes y tamberos de la zona).

Esta claro indicar que los tambos no estaban organizados bajo ningún estándar en esos primeros días y este fue el primero de los obstáculos que tuvieron que afrontar, es entonces que surge la necesidad inicial de Alquati/Ristorto en la forma de ARISTO.

ORIGEN DEL LA COMPAÑÍA ARISTO DE LA FAMILIA ALQUATI

ORIGEN DEL LA COMPAÑIA ARISCO DE LA FAMILIA ALQUIATI
Italo Humberto Alquati en las oficinas de Rawson Cap. Fed. Entre otras cosas su función era producir planos de futuras expansiones para ARISTOS. Mientras estudiaba Ingeniería agronómica. Fue también un experto caligráfico y dibujante artístico.
 

Por parte de los Alquati Fredinando Alquati, Fundador y Gerente General de producción (es el técnico dentro de los tres hermanos y detrás de la compañía y la consecuente organización tambera, se lo conoció como “Angel” es tan buena persona que así recibió su apodo).

Y Francisco Alquati Fundador y Directo General Comercial en la compañía (él fue el desarrollador inicial al cual se le debe el éxito que tuvieron hasta ese momento en la estructuración comercial de la misma). Entre los años 1919 al 1922 aproximadamente.

Ellos dos y en colaboración siempre con su otro hermano Giuseppe, en conjunto con las cuencas que iban desarrollándose, expandiéndose y finalmente, en la medida que incrementaba sus operaciones y complejidad; es que se fueron fusionando todos bajo el mismo nombre y en esta forma nace, ahora la Compañía ARISTO.

Entre principio de los años 1920 hasta finales de los 1930 Fernando lleva la compañía hasta un nivel, ahora con cabeza desde Rafaela, donde la expansión de sus mercados alcanza, Rafaela Santa Fe/ Paraná, Rosario y Córdoba, esto es hasta el año 1938/41 trágicamente un ataque cardiaco se lo lleva antes de tiempo.

La compañía tenPIa la urgente necesidad de expandirse, abren una oficina en Buenos Aires. Aquí con la primera generación ya letrada en la forma de un profesional universitario Economista como la de Juan Fernando Alquati el cual toma el comando a muy temprana edad, es que la explosión comienza.

Su visión comercial y filosofía de trabajo lo hizo el candidato ideal para ganar la Presidencia de la compañía ARISTO entre todos los participantes Alquati y/o Ristorto.

Su política de expansión y con el soporte técnico y nuevos standards de producción hicieron ARISTO en un breve lapso de cinco años; una potencia que conquisto mercados, no solo en 23 provincias argentinas y la República Oriental del Uruguay, sino que todo América del Norte y Europa.

Esto fue posible por dos realmente bien articuladas políticas y un golpe de suerte.

Una, su filosofía estaba basada en “un mercado mal abastecido es peor que un mercado mal publicitado” y su idea que “la presencia del producto genera su propio mercado”.

Principios claramente estudiados en las universidades, pero el cómo los pudieron ejecutaron, que hizo la diferencia. El poder leer los mercados y sus necesidades, fueron la base de sus éxitos.

Segundo, la innovación final y contribución de ARISTO a la quesería argentina que fue finalmente una combinación de otros dos factores más debían ocurrir:

Primero y luego de muchos años en no lograrlo y casi por accidente, en una bacha de testeo se obtuvo esa fórmula de maduración.

Con un bacilo en particular, una variación del queso mantecoso que podía desarrollarse y madurar durante transporte en una forma mucho más robusta, (ella vino del queso roquefort entre todas las cosas).

Les permitió además tener ornas de queso mucho más altas y más apetecible para el consumidor sin que se desarmara el queso en ellas.

Segundo y en conjunto con el desarrollo de cadenas de frío primarias, nunca usadas a esa escala anteriormente en la argentina y enfocados a poder establecer un abastecimiento garantizado, lograron la base de su trampolín pudiendo focalizarse ahora a la venta.

Si bien ARISTO fue localmente conocida por su queso roquefort es el queso Gruyere y Mantecoso el que les hizo crecer mundialmente.

Fueron los tres productos que ellos exportaban, pero el mantecoso fue por lejos el mas numeroso (en esa época no se lo conoció como tal a este queso).

A la vez, fue el que le dio a los otros dos productos y por transferencia técnica de esa bacha las mismas características tan deseadas. Estamos hablando ahora de barcos y barcos completos.

Cuatro, cinco y seis al mes dependiendo de las expansiones en Santa Fe y ahora también fabricas y cremerías en Córdoba, un total de cuatro fabricas tengo entendido y más de siete cremerías y no se ya cuantos tambos. Sí era una carrera de producción contra entrega, ese era el verdadero equilibrio.

Para ese momento, Buenos Aires comprendía de los depósitos en la avenida Córdoba de dos manzanas completas refrigeradas y oficinas en la calle Rawson. Eran la cara y cabeza de la compañía.    

“Es fácil ser el crítico deportivo de los lunes, no tanto el director técnico de los domingos”.

LA COMPAÑÍA ARISTO DE LA FAMILIA ALQUATI

LA COMPAÑIA ARISTO DE LA FAMILIA ALQUIATI
Italo Humberto Alquati en sus sweaters de angora y María Elvira

Una de esas lecturas de mercado implementada por Juan Fernando Alquati fue; Argentina si era el granero del mundo en esos días y la Segunda Guerra Mundial 1939/1945 estaba ahí a la puerta y la neutralidad que ejerció fue crucial para ARISTO.

Se proveía a los Aliados tanto como a los países del EJE. En parte y por estas clases de arreglos entre compañías (siendo ARISTO y sus volúmenes de magnitud) que se logro Status Quo, casi hasta el final de la guerra.

Bueno tres meses después que oficialmente acabo la guerra es que Argentina finalmente se declaró un Aliado, (otra historia geopolítica en sí misma). 

Era ahora el momento de generar Marca hasta ahora salvo en partes de Argentina es que la Marca ARISTOS era conocida.

Esto se llama “growth pains” en ingles y aplicado a una compañía; significa mucho y muy rápido, dejando a su lado aspectos muy importantes que garantizan otras vías, típico caso fue el de ARISTO al respecto.

SanCor. estaba en pañales y aprovechando la cuenca generada por ARISTO, crecía día a día, era el momento nuevamente de transición. La lealtad tambera dependía de ello.

Este es el momento crítico en el que se encontraba Juan Fernando Alquati y por supuesto todo el equipo comercial/ producción y el plan que estaba empezando a ejecutar.

Transición que se sabía llevaría diez años para lograrla en todos sus mercados y ahora compitiendo con otras marcas locales en lo nacional, regional e internacionales. Hasta ese momento eran un proveedor de commodity en la mayoría de esos mercados.

Juan Fernando estaba cultivando a Italo Humberto su hermano menor, al cual le llevaba nueve años, para ser su mano derecha y estudiando agronomía en la Universidad de Buenos Aires.

Él estaba tratando duplicar es dupla familiar comerciante /productor, en su generación. Italo ya llevaba cuatro años en la calle Rawson trabajando y estudiando viendo de cerca a su hermano mayor y conviviendo con él, su mentor.

Su otro pilar siendo Italo el hijo mas joven fue su padre “Ángel “, Ferdinando, su lado técnico organizativo y firmemente enfocado a la producción y su gentil trato con la gente que ciegamente lo seguían; lo hizo querer estudiar agronomía para ayudar en la compañía.

Un mundo nuevo se venia, un hermano mayor que se iba a casar con la novia que todos querían tener. Si Chucha Michelli, ella la vecina del frente de la casa de los viejos en Rafaela. Una reunión en donde todos ellos, la familia se iba a reencontrar en unas Pascuas para planificar el futuro comercial, familiar y la boda.

Estaban todos esperando la llegada de los 4 hermanos, como cuando en una generación atrás fueron a combatir por su patria en África, nuevamente juntos y luchando llegaron a un nuevo país Argentina y ahora era ese su momento de reunión.

Esta nueva generación de 4 hermanos que finalmente nunca llegaron, esta vez.

Sí, es la historia de una tragedia

Historia ciudadanía italiana Juan Alquati

La madre María Rosa Larosa nunca más pudo recuperarse, entró en una depresión sin fondo. La novia hasta muchos, muchos años después, seguía lamentándose junto a su no consumada suegra.

Un padre Ferdinando Alquati (Angel), que no pudo con la pena ni tuvo la fuerza para luchar más, disminuido en su retiro casi perdió todo por lo que trabajó.

Finalmente, su fuerte, el que le dio su apodo “Ángel”; lo subyugo, lo dejo, un infarto fue la causa final de su muerte. Su corazón lo dejó un mes antes de sus sesenta cinco años.

Italo que llevo el peso de la muerte de sus hermanos en sus manos según él, por el resto de su vida y persiguiéndolo hasta que lo consumió.  Incapaz de mantener una afección constante a su familia, el sentido de su culpa (en sus ojos). 

Aquí se torna la página, Nadie tenia la estrategia para seguir los pasos y el liderazgo que Juan dejó vacante, ni mucho menos la visión y necesidad de emergencia que requería cada tema.

Lo primero que cayo fue Buenos Aires los depósitos y su distribución, con ello toda la exportación ellos eran su fuerte y su banco, el commodity internacional y regional, mas del 80% de sus ventas en ese momento.

El resto de los jugadores:

Realmente nadie sabía la inconmensurable lucha y los obstáculos que se debían afrontar para siquiera intentar tener éxito.

Más que nunca en esos tiempos las relaciones personales “La palabra de él uno” era un contrato; fue Juan Fernando en todos sus años como presidente, quién creó esos contactos mundialmente.

Él no estaba más y no era posible tratar de establecerlos estratégicamente como demandaba la ocasión. Especialmente, con la batalla interna entre socios que se desató a la muerte de joven presidente, por el control de la compañía.

Giuseppe Gerardo Alquati (José), que había mantenido una relación mínima dentro de ARISTOS, él mas bien era un independiente dentro de la organización con su quesería propia de Grütly, tuvo que hacerse cargo de una compañía del día a la noche, con un grado 10X más compleja a lo que estaba acostumbrado.

No tenía la constancia, ni el contacto con los equipos en Bs.As., ni conocimiento interno y ni a nivel global, de lo que significaba en ese entonces todas las partes móviles de la compañía.

Por último, esa ahí esa “lealtad tambera”. Digamos si al final la culpa no, la culpa no es de nadie, los tamberos debían seguir alimentando sus vacas y que eran muchas para sostener en base a un mercado ya reducido un 80% de lo que fue, un mes atrás, en términos figurativos.

Toda explotación ganadera tiene un talón de Aquiles y la industria lechera más en esos tiempos y a los efectos prácticos, era una explotación ganadera básicamente (creo hoy sigue siéndolo me imagino).

Eso significa una sola cosa, animal que no come o no está en sus óptimas condiciones deja de producir y luego muere rápidamente. Es un producto perecedero o al menos se comporta como tal.

Cambiar lealtad es un paso lógico. Muchos quisieron seguir, pero no pudieron. Otros hasta se robaron las vacas que eran legítimas de ARISTO y sus propios campos, entre socios inclusive.

Giuseppe se retiró de la tormenta, hizo lo que pudo, se fue y empezó de nuevo.

Sobre las cenizas nació una nueva compañía, su nombre ya existía, pero su nuevo cuerpo fue el que dejo ahí, ARISTO.

Hoy y sin quitar méritos a nada de lo que fue o como nació SanCor. en sus orígenes. Al fin y al cabo, SanCor. ganó, sostuvo y multiplicó muchas mas veces lo que fue ARISTO en su momento.

Hay otros que creen saber y para ellos estas son mis palabras.

La historia de ARISTO es muy corta en términos relativos, fundada en 1920/22 aproximadamente con un cierre catastrófico, no sé oficialmente, pero supongo 1953/55, eso son 40 años más o menos. No mucho para una compañía. Sí, era una compañía familiar.

Es por eso que les digo soy Juan Pierino Alquati, bisnieto de Giovanni (Juan) Alquati y Margarita Piazzi, nieto de Ferdinando Alquati y María Rosa Larosa, sobrino de Juan Fernando Alquati, Pierino Alquati, Hugo Carmelo Alquati y mi tía Selene (Icelen) Alquati, y por último hijo de Italo Humberto Alquati y María Elvira Natividad Zeni, hermano de Mónica Patricia Alquati, para bien o para mal.

Ello me ubica en le tiempo y me pone en contexto y en el cual me crie.

Italo quien, en 1950, desde el departamento donde vivió con su adorado hermano en la calle Rawson abrió su nueva compañía LANANCO sca., con ella creó más de 10.000 productores entre conejos angora, codornices y chichillas.

Creo una industria textil en Mar del Plata y exportó a Europa y USA, sweaters de angora y tapados de chichilla confeccionados en Argentina; diseñados por las casas de diseño más exitosas del mundo, con su colaboración debido a la complejidad de las materias primas utilizadas.

Fue considerado un experto en el tema, ya tenía más de 1.000 empleados en 3 ciudades para cuando yo nací en 1965 y representantes en 30 países y no es menor, miembro socio vitalicio de la Sociedad Rural Argentina.

Tal vez, en su vida personal tuvo sus demonios, pero fue admirado por lo que logró en su vida profesional. Siempre me decía sus lecciones (las de su hermano para con él) tanto que parecen hasta experiencias reales para mí, bueno como todo hijo que admiró a temprana edad a su padre.

Obituario de Ferdinando Alquati y al lado Ferdinando, María Rosa Larosa y Juan Fernando Alquati en Tandil

Él me llevó a ver los ya no tan en uso depósitos de la avenida Córdoba, desde donde se exportaba toda la producción quesera, no muy lejos ahora de las oficinas de su nueva empresa, íbamos en sus almuerzos los días en que yo iba no estudiaba, creo que hoy es una plaza sobre ave.

Córdoba, los derribaron en los años 70 u 80. El nivel de detalle y de descripción de las operaciones y su pasión por el tema era algo que no veía en otros momentos en él, inclusive por los de su propia compañía, (para él Lanango era una necesidad no su pasión).

En más de una ocasión viajamos a Rafaela, Grütly, Ataliva, Sunchales y otros lados donde ARISITO existió incluyendo los túneles donde se maduraban los quesos en el medio del campo.

Que, si no los supieras no podrían imaginarse la ciudad que surgía bajo tierra y lo que esos lugares eran realmente.

Donde él iba y hablaba con la gente lo reconocían y hablábamos horas y mil anécdotas se desplegaban, la gente quería hablar de ellas, en su nostalgia.

Él necesitaba y se le veía en sus ojos que quería lo que no pudo tener, ese futuro con sus hermanos todos juntos en una industria que conocían todos muy bien y eran los líderes en el mercado.

Tenía la necesidad de que yo hoy fuese el testigo de todo esto. Es así como yo lo recuerdo a ITALO.  

Toda mi vida hoy que tengo 59 años; escuche de él y del cruce de información con mis primos, tíos, y por supuesto, de mis vistas con él a estos sitios, en diferentes etapas de mi vida; desde mis 6 años que recuerdo hasta mis 34 años, que hicimos el último viaje.

El relato de estas historias algunas con sentido otras no tanto y como todo en la búsqueda de la verdad, esos momentos donde hacemos un clic y ahí esta al frente y desnuda ante nosotros esa realidad que tanto buscamos.

Hoy les cuento esto porque yo vivo lejos, muy lejos no más en Argentina. Estoy preocupado de que esta historia y conjunto de anécdotas, que significó tanto para mis antepasados se diga a medias o sin contexto.

Una vos tiene que levantarse y decirla. Hay un limite entre la ficción, la realidad y los hechos. Es el pensamiento crítico el cual nos ayuda a discernir entre ellos.

Hoy por hoy, donde la información esta a la punta de los dedos con otro clic, es ahí donde se pierde ese tiempo para pensar, buscar, cotejar y reverificar los hechos y a los cuales los tomamos como tal y verdaderos, cuando en realidad no lo son.

Hemos en cierta forma perdido un compás y una forma de razonar. El rigor y el pensamiento crítico depende de este proceso 

Años atrás mi sobrina segunda me envió un link una nota de radio, un reportaje a Hijos del pueblo “Javier Bovo y Cristian Malano- visitaron «Cuarto Intermedio», de FM 95.7 Radio Sunchales”.

No mal una vista muy positiva, pero con una falta total de que fue y lo que representó ese momento de la historia en su propia cuidad hoy no puedo más que darles lo que yo creo les falta.                       

Juan Pierino Alquati

                                                                                                       

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