Si creías que tener un antepasado italiano con una línea genealógica impecable bastaba para asegurar tu ciudadanía italiana… bueno, en este nuevo escenario legal, la pérdida retroactiva de la ciudadanía italiana con el Decreto Tajani deja de ser una teoría improbable para convertirse en una amenaza concreta.
Lo que durante décadas fue un derecho transmitido por sangre, hoy podría quedar suspendido en un limbo legal donde el lugar de nacimiento, la fecha y hasta el silencio administrativo juegan un papel más decisivo que tus raíces.
En este artículo vamos a abordar uno de los aspectos más controvertidos de esta normativa. Aunque suene absurdo, se trata de una figura jurídica que permite al Estado italiano decirte que nunca fuiste ciudadano, aun cuando tu apellido, tu historia familiar y las leyes anteriores digan lo contrario.
Hoy te voy a explicar a quiénes afecta esta medida, qué implica en la práctica, por qué está generando tanto debate jurídico y qué podés hacer para evitar que tu derecho se diluya entre párrafos legislativos.
Porque en esta nueva situación, la información especializada no solo es poder: es defensa.
CIUDADANÍA ITALIANA Y SU PÉRDIDA RETROACTIVA CON EL DECRETO TAJANI: cuando ser italiano ya no depende de tu sangre
Es importante precisar, que una ley se considera retroactiva cuando sus efectos se aplican a hechos ocurridos antes de su entrada en vigor.
Es decir, modifica situaciones jurídicas pasadas que ya estaban consolidadas bajo normas anteriores.
En el ámbito del derecho, la retroactividad es excepcional y suele ser polémica, porque puede vulnerar principios fundamentales como la seguridad jurídica y la confianza legítima de los ciudadanos en el ordenamiento legal vigente al momento de actuar.
En el caso del Decreto Ley 36/2025, se habla de retroactividad porque establece que los descendientes nacidos en el extranjero antes de su entrada en vigor —es decir, antes del 28 de marzo de 2025— podrían ser considerados como si nunca hubieran adquirido el derecho a la ciudadanía italiana, siempre que tengan otra nacionalidad y no hayan iniciado formalmente el trámite antes de esa fecha.
Esta nueva interpretación modifica de forma regresiva derechos que, bajo la Ley Nº 91/1992, ya se entendían como válidos y reconocidos, generando un cambio abrupto en situaciones jurídicas previamente consolidadas.
Aunque por ley los descendientes siempre fueron considerados ciudadanos italianos desde su nacimiento —por ser hijos, nietos o bisnietos de italianos—, el decreto ahora los cataloga como personas que “nunca adquirieron” dicha ciudadanía.
Este cambio no es menor: significa que, para el Estado italiano, dejan de ser italianos por una interpretación retroactiva del derecho, algo que hasta ahora no tenía precedentes en materia de ius sanguinis.
El vínculo de sangre, que durante más de un siglo fue suficiente para adquirir y transmitir la ciudadanía, queda ahora supeditado a una formalidad que, si no se cumplió a tiempo, implica una pérdida abrupta del estatus.
Muchos descendientes confiaban en que su herencia cultural bastaba para ejercer sus derechos como italianos.
Hoy, se enfrentan a una regla que redefine su identidad desde una fecha pasada, sin aviso ni opción previa de defensa.
RETROACTIVIDAD EN EL DECRETO TAJANI: el mecanismo invisible de la exclusión
Lo más llamativo del decreto es su intento de presentar esta pérdida como si no lo fuera. En lugar de hablar claramente de revocación o cancelación de la ciudadanía, se utiliza una fórmula engañosa: “se considera que nunca la adquirió”.
Esta redacción puede parecer técnica, pero en realidad encubre una exclusión muy concreta. En términos prácticos, significa que el Estado italiano borra retroactivamente la condición de ciudadano a personas que siempre cumplieron con el requisito fundamental: descender de un italiano.
Antes del Decreto Tajani, ninguna ley italiana condicionaba la transmisión de la ciudadanía por sangre al lugar de nacimiento.
El principio era claro: si tu ascendiente era ciudadano italiano, vos también lo eras. Lo que cambia ahora es que el hecho de haber nacido en el extranjero —que históricamente no afectaba ese derecho— pasa a convertirse en un obstáculo retroactivo. Es decir, aunque naciste hace décadas y por derecho te correspondía ser italiano, ahora se te dice que nunca lo fuiste.
El vínculo jurídico que te unía a Italia queda cortado por una norma que actúa como si el pasado pudiera reescribirse.
Esto representa una verdadera paradoja legal. ¿Puede una ley nueva decidir que alguien, que ya era ciudadano según todas las normas anteriores, en realidad nunca lo fue?
La respuesta no solo preocupa desde el punto de vista legal, sino también desde una perspectiva profundamente humana. Para muchas personas, esta medida no es solo una cuestión de documentos: es una negación de identidad.
⏭️También puede interesarte los siguientes temas:
NUEVA LEY DE CIUDADANÍA ITALIANA 2025: actualizaciones e intervenciones en el Senado Italiano
PÉRDIDA AUTOMÁTICA DE CIUDADANÍA ITALIANA CON EL DECRETO TAJANI: ¿el fin de un derecho adquirido por sangre?
CIUDADANÍA ITALIANA: ENMIENDAS AL DECRETO TAJANI
PÉRDIDA RETROACTIVA Y COLECTIVA DE LA CIUDADANÍA ITALIANA GRACIAS AL DECRETO TAJANI 36/25
El Decreto Tajani, al imponer esta interpretación retroactiva del derecho, genera un escenario sin precedentes: una pérdida colectiva y súbita de la ciudadanía italiana para quienes ya habían nacido con ese derecho.
Aunque algunos podrán acogerse a excepciones (las llamadas “cláusulas de salvación” (letras a-e del nuevo artículo 3-bis):
- a) Casos en los que la ciudadanía fue solicitada correctamente antes del 27/03/2025 a las 23:59 hs.
- b) Casos en los que se presentó un recurso judicial por ciudadanía antes de la misma fecha.
- c) Que uno de los padres o adoptantes ciudadanos haya nacido en Italia.
- d) Casos en que uno de los padres sea ciudadano italiano nacido en Italia.
- e) Casos con abuelos (ascendientes de primer grado) nacidos en Italia.
Pero la gran mayoría de quienes no iniciaron el trámite antes de la fecha límite simplemente quedarán fuera. Sin juicio, sin notificación individual, sin posibilidad de defensa previa.
Esto plantea preguntas muy delicadas: ¿puede un país negar la ciudadanía a quienes ya la tenían, solo porque no hicieron un trámite a tiempo?
¿Qué pasa con los derechos adquiridos, reconocidos por más de cien años de legislación que nunca condicionó el ius sanguinis al lugar de nacimiento? ¿No es esta una forma encubierta de desnacionalización masiva?
La Constitución italiana y el derecho europeo protegen a los ciudadanos contra medidas arbitrarias que les priven de su nacionalidad de manera automática o sin debido proceso.
Pero el Decreto Tajani parece trazar una línea temporal injusta, que convierte a muchos italianos en “no italianos” de un día para otro, simplemente por el hecho de haber nacido fuera de Italia y no haber solicitado aún el reconocimiento.
Una decisión legislativa así no solo redefine quién es considerado ciudadano, sino que también rompe la continuidad histórica y jurídica de miles de familias con raíces italianas.
Para finalizar
En un contexto legal cada vez más restrictivo, donde incluso derechos que parecían garantizados pueden desaparecer de un plumazo, comprender las implicancias de la pérdida retroactiva de la ciudadanía italiana ya no es opcional, sino urgente.
Este decreto no solo plantea un cambio jurídico, sino también una redefinición de pertenencia e identidad para miles de descendientes.
No se trata solo de leyes, sino de historias familiares que podrían quedar fuera del reconocimiento oficial si no se actúa a tiempo.
Podemos ayudarte a solicitar la Ciudadanía Italiana de forma segura, estratégica y adaptada a tu caso. Ya sea que estés comenzando el proceso o que tengas dudas sobre cómo te afecta el Decreto Tajani, nuestro equipo está preparado para asesorarte con profesionalismo y compromiso.
Porque cuando tu derecho está en juego, no se trata solo de documentos: se trata de tu historia.
¡Transforma tu futuro ahora!
www.ItaloTribu.org