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CIUDADANÍA ITALIANA: NUEVO PROYECTO 2698 QUE MODIFICA LAS RESTRICCIONES DE LA LEY 74/25

CIUDADANÍA ITALIANA: NUEVO PROYECTO 2698 QUE MODIFICA LAS RESTRICCIONES DE LA LEY 74/25

Cuando lees un titular como el de hoy, es normal que te preguntes si esta vez, por fin, están pensando en vos y en tu derecho heredado a la ciudadanía italiana.

Como descendiente sentís que tu historia familiar quedó atrapada entre el apellido que llevás y una ley que te cerró la puerta.

El día de hoy vamos a mirar con lupa esta nueva iniciativa política: qué cambia realmente para los hijos y nietos, qué ofrece —y qué limita— para bisnietos y generaciones posteriores, y hasta qué punto se trata de una verdadera apertura o de un simple ajuste cosmético al “decreto Tajani”.

La idea es que no te quedes sólo con el titular político, sino que tengas una visión clara, crítica y estratégica de los pros y los contras que esta reciente propuesta de ley puede tener para tus intenciones de obtener la ciudadanía.

Es importante aclarar, que frente a estos posibles cambios legislativos, es necesario que tengas algo claro: la vía judicial sigue siendo hoy una alternativa real y poderosa para muchos descendientes que quedaron afuera por culpa de la Ley 74/25 y del caos consular.

Mientras el Parlamento debate y las propuestas van y vienen, esperar pasivamente “a ver qué pasa”, no es buena idea. Por ello, tiene sentido evaluar si tu situación encaja en una acción judicial sólida que te permita avanzar igual.

Tabla de contenidos:

NUEVO PROYECTO DE LEY 2698 QUE MODIFICA LA LEY 74/25 DE CIUDADANÍA ITALIANA: ¿De qué se trata?

NUEVO PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA LA LEY 74/25 DE CIUDADANÍA ITALIANA: ¿De qué se trata?
Conferencia “Proyecto de Ley Ciudadanía Italiana”. Fuente, Cámara de Diputados 2025.

Antes de ahondar en el tema, es válido aclarar que hasta el momento el MAIE, Movimiento Asociativo de los Italianos en el Exterior (en italiano, Movimento Associativo Italiani all’Estero) no ha hecho público el extracto del texto presentado al Parlamento.

Todo lo que se conoce proviene de la Conferencia en la Cámara de Diputados del 19 de noviembre del 2025, por lo que aún no existe un documento oficial accesible que permita analizar con precisión el contenido de la propuesta.

Sin embargo, en base a las intervenciones de Ricardo Merlo: presidente y fundador del MAIE (Movimento Associativo Italiani all’Estero). Franco Tirelli: diputado de la República Italiana por la circunscripción exterior América Meridional, del grupo Noi Moderati–MAIE. Y Mario Borghese: senador de la República Italiana por la circunscripción América Meridional, en el grupo MAIE. Se expone lo siguiente.

Para entender este proyecto, primero hay que recordar qué cambió en marzo del 2025. Con el Decreto-Ley 36/2025, luego convertido en la Ley 74/2025, Italia reformó profundamente las reglas de la ciudadanía por descendencia (ius sanguinis)

Los puntos clave, muy simplificados, son:

  • Límite generacional más estricto: la transmisión automática de la ciudadanía a quienes nacen en el extranjero ya no se extiende indefinidamente. En la práctica, el sistema se concentra en las primeras generaciones (hijos y, en ciertos casos, nietos), reforzando la necesidad de un vínculo efectivo con Italia.
  • Conexión real con Italia: se pide haber nacido en Italia o haber residido allí un tiempo mínimo para mantener o recuperar ciertos derechos, especialmente en casos de pérdida de ciudadanía por normas antiguas.
  • Corte temporal muy clara: las solicitudes presentadas (o con turno confirmado) hasta el 27 de marzo de 2025 se juzgan con las reglas antiguas; todo lo posterior queda atrapado en el nuevo régimen de restricciones.

En términos prácticos, esto significa que:

  • Muchos descendientes que se preparaban para presentar su carpeta quedaron fuera de juego de un día para el otro.
  • Dentro de una misma familia, algunos miembros mantienen el derecho y otros lo pierden, sólo por haber nacido en fechas distintas o haber llegado tarde al consulado.
  • La doble ciudadanía se vuelve más complicada y, en algunos supuestos, directamente inviable.

¿Qué propone el nuevo Proyecto de Ley nro. 2698?

¿Qué propone el nuevo proyecto de Ley nro. 2698?

El proyecto de ley busca enmendar la Ley 91/1992 después de su reforma por la Ley 74/2025.

a) Restaurar el derecho por descendencia para hijos y nietos

El proyecto establece que:

  • Todos los hijos y nietos de ciudadanos italianos pueden adquirir la ciudadanía italiana por simple solicitud, acompañada de la documentación que demuestre la línea de descendencia.
  • Para estas dos generaciones, el derecho se configura como automático y directo: no dependería de haber nacido en Italia ni de la residencia de los ascendientes en territorio italiano.

En otras palabras: se reafirma un ius sanguinis fuerte al menos hasta los nietos, sin las nuevas barreras introducidas en 2025.


b) Abrir la puerta a bisnietos y generaciones posteriores… con condiciones

Para los descendientes a partir de la tercera generación (bisnietos, tataranietos y siguientes) que viven en el extranjero, la propuesta introduce un filtro:

  • Deberán demostrar un conocimiento de la lengua y la cultura italianas equivalente al nivel B1 del Marco Común Europeo de Referencia.
  • Este es el mismo estándar lingüístico que ya existe para otras vías de ciudadanía, como la adquisición por matrimonio con ciudadano italiano o algunas formas de naturalización.

La idea política es clara:

“Te reconozco como parte de la comunidad italiana si sos capaz de demostrar que existe un vínculo real con la lengua y la cultura, no solo con el apellido.”

La propuesta presentada ante la Cámara su futuro dependerá del debate legislativo y del consenso que pueda generar entre las diferentes fuerzas políticas.



LO POSITIVO DE LA NUEVA PROPUESTA DE LEY EN MATERIA DE CIUDADANÍA ITALIANA

LO POSITIVO DE LA NUEVA PROPUESTA DE LEY EN MATERIA DE CIUDADANÍA ITALIANA

Desde una mirada crítica pero honesta, el proyecto del MAIE tiene varios puntos fuertes: reconoce el daño que produjo la Ley 74/25 en millones de descendientes, intenta recomponer el ius sanguinis para hijos y nietos, y reabre la discusión sobre el vínculo real entre la diáspora y el Estado italiano.

No es una solución mágica ni está exenta de riesgos, pero marca un giro político importante: por primera vez desde la reforma Tajani, una fuerza con representación parlamentaria pone sobre la mesa una alternativa que, al menos en parte, vuelve a mirar a los descendientes como un recurso para el futuro de Italia y no como un problema que hay que limitar.

Veásmos los puntos positivos:

1. Corrige una fractura familiar creada por la Ley 74/25

La reforma Tajani generó situaciones absurdas: hermanos de los mismos padres, con documentación prácticamente idéntica, terminan con estatus jurídico diferente según la fecha en que presentaron su solicitud o el momento en que se fijó un turno consular.

El proyecto del MAIE:

  • Vuelve a colocar a hijos y nietos en un plano de igualdad, evitando discriminaciones internas en la familia.
  • Reafirma que la ciudadanía no puede depender de un simple colapso tecnológico del sistema de turnos o de un cambio normativo intempestivo, sino de la realidad del linaje.
  • Políticamente, es una bandera que pretende velar por los derechos de los descendientes pero que en mi opiniòn hace exactamente lo contrario.
  • Jurídicamente, abre un nuevo capítulo de debate sobre cómo combinar derechos heredados, vínculo efectivo y cohesión nacional sin caer en soluciones represivas ni en puertas totalmente abiertas.

2. Responde al “invierno demográfico” italiano

Italia enfrenta una crisis demográfica profunda: descenso de nacimientos, envejecimiento poblacional y previsiones de fuerte reducción de habitantes italianos en las próximas décadas.

En ese contexto, tiene sentido:

  • No cerrar la puerta a millones de descendientes que quieren integrarse, invertir, estudiar o emprender en Italia.
  • Conectar la diáspora con el país de origen, no sólo con la retórica del “orgullo italiano”, sino con un estatus jurídico concreto: la ciudadanía.

3. Introduce un vínculo lingüístico penalizando a bisnietos y generaciones sucesivas

El requisito B1 para las generaciones más lejanas puede leerse como “un puente” hacia la ciudadania italiana pero en realidad nega un derecho ya adquirido.


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LOS PUNTOS GRISES DEL NUEVO PROYECTO LEY DE CIUDADANÍA ITALIANA

LOS PUNTOS GRISIS DEL NUEVO PROYECTO LEY DE CIUDADANÍA ITALIANA

Antes de entusiasmarte con los titulares, vale la pena mirar de frente los puntos grises de esta propuesta de ciudadanía italiana.

Sobre el papel suena prometedora, pero cuando la analizás con lupa aparecen fragilidades graves.

No se trata de descalificar la iniciativa, sino de mostrarte por qué, más allá del discurso de los politícos, algunas partes de la propuesta siguen siendo inestables y podrían dejar a muchos descendientes nuevamente en un limbo jurídico.

1. ¿Un B1 real… o un filtro encubierto?

El nivel B1 no es imposible, pero tampoco trivial:

  • Requiere estudio sistemático, exámenes oficiales, costos y tiempo.
  • En comunidades donde la red de instituciones italianas es débil, conseguir un examen reconocido puede ser complicado.

La línea entre “garantizar un vínculo lingüístico” y crear una nueva barrera social es muy fina. Mucho dependerá de:

  • ¿Dónde se podrán rendir los exámenes?
  • ¿Qué certificaciones se aceptarán?
  • Si habrá apoyo concreto a las comunidades de descendientes o si el costo recaerá totalmente sobre las familias.

2. El peligro de una “ciudadanía de serie A y serie B”

Hijos y nietos tendrían acceso directo y automático, mientras que bisnietos y siguientes necesitarían superar un nuevo filtro:

  • En la práctica, en mi opinion surgirà la sensación de una ciudadanía “plena” para las primeras generaciones y otra “condicionada” para las posteriores.
  • Esto podría generar conflictos dentro de las mismas familias, especialmente en contextos donde la migración italiana es histórica (como América Latina) y ya vamos por la cuarta o quinta generación.

3. Nada cambia… hasta que el Parlamento vote

Este punto es crucial para no alimentar falsas expectativas:

  • Hoy, la Ley 74/2025 sigue plenamente vigente.
  • El proyecto del MAIE es eso: un proyecto de ley, no una norma aprobada.
  • Deberá superar comisiones, debates, posibles enmiendas de otros partidos y, en el mejor de los casos, una votación final en ambas Cámaras.

En palabras simples: no alcanza con que se haya anunciado en rueda de prensa para que vos puedas pedir turno mañana con estas nuevas reglas.



¿QUÉ SIGNIFICA PARA LOS DESCENDIENTES ESTE NUEVO PROYECTO LEY 2698 DE CIUDADANÍA ITALIANA?

¿QUÉ SIGNIFICA PARA LOS DESCENDIENTES ESTE NUEVO PROYECTO LEY DE CIUDADANÍA ITALIANA?

Si sos descendiente de italianos, tal vez te estás preguntando:

“¿Me conviene esperar a ver qué pasa con este proyecto o seguir adelante con lo que existe hoy?”

Te doy algunas ideas clave:

La situación actual no desapareció

La Ley 74/25 está generando litigios, recursos, sentencias y debates constitucionales que siguen su curso.

Varias decisiones judiciales recientes ya están cuestionando algunos aspectos de la reforma, especialmente cuando chocan con principios como la igualdad y la protección del derecho adquirido por sangre.

Como los casos remitidos a la Corte Constitucional Italiana por los Tribunales Ordinarios de Turín y Mantova.


El proyecto del MAIE es una señal política profundamente decepcionante

A mi juicio, este proyecto de ley desconoce algo elemental: quienes hoy son bisnietos y generaciones sucesivas ya son italianos por nacimiento y, por lo tanto, no necesitan aprobar ningún examen de idioma para “volver a ser italianos”.

Que precisamente una fuerza política que, al menos en teoría, debería defender los derechos de la diáspora impulse una iniciativa con ese requisito me parece profundamente inapropiado y una traición a las expectativas que los descendientes han depositado en ella.

Una vez más se confirma lo que vengo sosteniendo hace mucho tiempo: no se fíen de los políticos que hablan de ciudadania italiana; ellos cuidan, ante todo, sus propios intereses y los del gobierno de turno. Y este proyecto es un ejemplo elocuente de cómo quienes deberían velar por los intereses de los italianos en el exterior parecen, con esta propuesta, ponerse en el bando contrario.


Esperar pasivamente sigue siendo la peor estrategia

No es solo una frase contundente: es la radiografía de lo que les pasó a miles de descendientes de italianos en los últimos años.

Mientras muchos “esperaban a que se aclare el panorama”, las leyes cambiaron, los turnos se volvieron inalcanzables y las reglas del juego se endurecieron sin previo aviso.

En cambio, quienes ya tenían actas ordenadas, traducciones listas, partidas rectificadas y una estrategia jurídica pensada, pudieron reaccionar: algunos entraron por la ventanilla consular justo antes del cierre, otros iniciaron acciones judiciales cuando la puerta administrativa se les cerró en la cara.

La diferencia no fue la suerte, fue la preparación.

Por eso, aunque hoy se hable de nuevos proyectos de ley y posibles cambios, tu mejor defensa sigue siendo actuar, no esperar.

La vía judicial continúa siendo una herramienta clave para quienes quedaron fuera por falta de turnos, por plazos imposibles o por interpretaciones restrictivas de la Ley 74/25.

No se trata de lanzarte a un juicio a ciegas, sino de entender si tu caso encaja, qué tribunal es competente, qué riesgos existen y cómo armar un expediente sólido.

Mientras la política discute y se multiplica el ruido mediático, quienes se mueven con información, asesoramiento serio y pasos concretos avanzan; quienes se quedan “a ver qué pasa” corren el riesgo de volver a quedar al margen de la historia… y de su propia ciudadanía italiana.

En definitiva, el nuevo Proyecto de Ley 2698 para modificar las restricciones de la Ley 74/25 abre un capítulo político, pero no elimina las incertidumbres ni borra de un plumazo el daño ya causado a muchos descendientes de italianos.

Es una señal de que el debate está vivo y de que existen fuerzas dispuestas a revisar los excesos de la reforma, pero también nos recuerda que tu derecho a la ciudadanía no puede quedar atado únicamente a los tiempos eternos del Parlamento italiano.

Entender el contenido real de la propuesta, sus límites, sus puntos fuertes y sus zonas grises es clave para que tomes decisiones informadas y no vuelvas a quedar atrapado entre cambios legislativos y promesas de los politicos que tardan años en concretarse.

Si estás evaluando tu caso y sentís que la Ley 74/25 te dejó fuera del sistema, podemos ayudarte a solicitar la ciudadanía italiana por la vía judicial, analizando tu árbol familiar, revisando tu documentación y diseñando una estrategia solida y a medida.

No se trata solo de presentar papeles, sino de construir un caso, serio y defendible ante los tribunales, para que tu derecho y el de tus hijos por no dependa de la suerte ni de la política de turno.




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